30 Oct Boda de Cris y Fer. Los preparativos,
Por fin.
No encontraba el momento de ponerme a escribir EL POST. El post más importante de todo el blog, el post de nuestra boda. Ya que tengo tanto que enseñaros, he decidido dividirlo en varias partes para poder incluir el mayor número de fotos posible. Hoy, empezamos con la mañana de la boda en casa de la novia. Como ya sabéis, me casé con un vestido Lucía De Miguel. La falda y el cuerpo eran de crêpe de seda velados de georgette. Las mangas acampanadas de georgette, una seda super suave, muy agradable de llevar acababan con un bordado muy finito que la diseñadora me consiguió. Lo que más me importaba era estar cómoda, que el vestido fuera ligero y lo conseguí. Para la ceremonia, añadimos una cola de gasa no especialmente larga y un precioso velo de plumetti que me encantaba.
Esa mañana me desperté eufórica, estaba feliz y brincaba por la casa. Mi amiga Marta vino a arreglarme el pelo, y peinar a mi madre y a mi hermana también. Nuestro maquillaje fue obra de Lorena Guzmán, una artista que conocí a través de las redes sociales. Fue mi instinto el que decidió escogerla y no me equivoqué. Nos maquilló a las tres, cada una con su estilo. Mi hermana iba un poco más marcada y mi madre y yo menos. A mí me añadió un poco de pestaña postiza lo que le dió mucha apertura a los ojos. Consiguió que estuviera maquillada durante prácticamente toda la boda, lo que me preocupaba mucho, y que el maquillaje no se borrara o deteriorara por las lágrimas. Por su trato y profesionalidad, realmente os la recomiendo. De hecho, he vuelto a contar con ella muy recientemente para la boda de una de mis mejores amigas.
Mi corona y mi ramo fueron obra de La Tartana, la misma empresa que decoró la iglesia y la masía. Intentamos que ambas fueran en una misma dirección, yo quería algo silvestre, con un poco de color pero no muy exagerado. Ellos acertaron. Igual que mi vestido tenía que ser de líneas sencillas. las joyas no podían ser de otra manera. Quería que mis pendientes fueran muy minimalistas, pequeños. Y por supuesto, mi anillo de compromiso en mi mano derecha.
Como punto final, estaba deseando enseñaros mi ALGO AZUL. Unos preciosos tacones de Calzados Franjul. Cuando fuí a visitarlos a su tienda de Madrid, no me costó nada elegir el modelo y la verdad es que el color…TAMPOCO! Ya desde un principio pensé que los zapatos eran un genial complemento azul y allí lo confirmé.
Durante la preparación (maquillaje y peluquería) llevé una bata blanca con borde de encaje, ideal, muy de novia. Mi madre fue la que me ayudó a ponerme el vestido de novia y mi hermana me echó un cable con los zapatos. Mi padre no dejó de supervisar la escena 😉 Mi madre vistió de Lucía de Miguel también, le hizo un precioso vestido asimétrico con drapeado en georgette en el mismo tono que la base de crêpe. Como complementos llevó una pamela de Tousette y el collar de perlas que lució el día de su boda, ese detalle me encantó. Mi hermana, escogió un modelo en dos piezas, con pantalón y blusa escotada en la espalda, de color verde manzana. Lo combinó con una diadema de hortensia preservada azul marino de la firma Sweet Ana.
Y por supuesto, no quería dejar de salir en las fotos de boda sin mi mascotilla, un bretón de color blanco y marrón. Me hubiese gustado incluirlo en algún momento de la boda pero reconozco que no era sencillo y suponía mucha logística que alguien lo trajera y luego se lo llevara.
Espero que os haya gustado esta primera parte de la boda, fue un momento que recuerdo con mucho cariño, algo muy familiar y que disfruté mucho. No dejéis de aprovechar vuestra boda desde el minuto 1. Todas las fotos son de los maravillosos Leticia Campos y Álvaro Ortiz.
algonuevoalgoprestadoyalgoazul@gmail.com