21 Ene La boda de Cristina y Guillermo en Finca El Hormigal.
Cristina y Guillermo se conocieron en su época escolar, hasta que a los catorce años, él cambió de colegio. Ocho años después se reencontraron en una discoteca y desde entonces no se han separado. El día que firmaron la compra de su casa, Guillermo la llevó a su nuevo hogar y le pidió matrimonio. La pareja se casó el pasado 26 de agosto en la Parroquia Nuestra Señora de las Nieves, en Manzanares el Real.
Para su gran día, Cristina escogió un vestido de la colección 2017 Aida Gómez para El Tocador Vintage. Sus zapatos eran de la firma de Angari y su tocado personalizado de Mercedes Sanz. La peluquería Chuchi se encargó de su peinado y Eva de MAC se ocupó de su maquillaje. Para su ramo confió en Mayoristas Flor Cortada.En cuanto a Guillermo, escogió Señor Chaqué para la confección de su look, ellos se ocuparon de su chaqué y de su corbata. En cuanto a los detalles, lució unos gemelos de vespas azules, regalo de la novia.
En la iglesia, dos primas de la novia tocaron el piano y una prima de Guillermo cantó el clásico Ave María.Tras la ceremonia religiosa, novios e invitados se dirigieron a la finca El Hormigal donde su catering sirvió toda la cena. La decoración se basó en una línea rural con guiños al hobby motorista de la pareja. La paleta de colores se basó en granates, tonos tierras y verdes apagados, ya avanzando la época otoñal. La pareja no tuvo ayuda de ningún wedding planner, de hecho Cristina cuenta que fue todo muy handmade, como ella dice: «convertimos el garaje de mi padre en un taller de carpintería, y la terraza de mi madre en un espacio para manualidades.»
En la finca, los invitados disfrutaron de la música de Musiceventos y recibieron galletas personalizadas con el logo de la boda, hechos por Acaramelada. Toda la sesión fotográfica es obra de Doblelente Boda.
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