La boda de Laura y Arturo en Soto de Viñuelas

Laura y Arturo se dieron el sí quiero en la preciosa Basílica Pontificia de San Miguel. Para su vestido, la novia lo tenía claro: su hermana Teresa trabaja con la diseñadora Alejandra Svarc, por lo que pudo vivir junto a ella el proceso de creación de su vestido. Juntas y por supuesto con la ayuda de la diseñadora, fueron creando el vestido poco a poco. Éste llevaba un toque de color: botones y lazada en verde, a conjunto con sus zapatos de la firma Calzados Resán.  Su algo prestado, fueron los pendientes que su madre llevó como novia. En cuanto a su estilismo, Marieta Hairstyle se encargó de su precioso recogido:  «me hizo un peinado nuevo que llamó trenza ANA que luego se  desmontaba en la trenza Angelina, al final de esta trenza llevaba un cordoncito verde a juego con mis botones y lazo de la cintura». Paula de Benedé, su prima, se ocupó del maquillaje. Su ramo, de flores preservadas, lo firmaba Flores en el Columpio. En cuanto al novio, vistió chaqué de Lander Urquijo, zapatos Berwick y gemelos MontBlanc.

La iglesia fue decorada por The Flower Power y Grupo Alborada, se encargó de amenizar la celebración con canciones de la elección de los novios. Tras la misa, todos los invitados se dirigieron a la Plaza de Oriente para hacerse una foto grupal. Para desplazarse hasta el Pabellón de Caza Soto de Viñuelas, utilizaron un mini antiguo que les regaló el hermano de la novia: «Fue muy gracioso porque al ir hacia el Soto de Viñuelas por la carretera no podíamos ir muy rápido y nos iba pitando todo el mundo…»

  


   

La pareja escogió el Pabellón de caza de Aldovea Catering, no sólo por su precioso entorno (el Soto de Viñuelas) sino porque les encantaron sus salones diáfanos con sus bóvedas. Durante la comida, hubieron muchas sorpresas: las hermanas de la pareja y dos primas fueron las elegidas para recibir réplicas del ramo de la novia. Al son de la canción She de la película de Notting Hill, también entregaron ramos, algo más grandes a sus madres y abuelas. Las parejas con próxima fecha de boda, recibieron un trozo de la tarta recién cortada de la mano de los recién casados. Por último, el ramo de la novia se entregó a su mejor amiga. La última sorpresa, fue obra de una de las hermanas de la novia,leyó un poema escrito de su puña y letra, titulado 12 años, el tiempo que la pareja llevaba de noviazgo. ¡Momento lagrimón!

Durante el baile, Dándote Ritmo se encargó de la música. Se dispuso un fotomatón Risbox, regalo de las amigas de la novia. Los invitados recibieron unas narices de payaso de la Fundación Theodora; lo recaudado se donó y además las narices dieron mucho juego para las fotos. Las chicas también recibieron manoletinas Roll and go para aguantar bailando toda la noche.

Todo el reportaje es obra de Ana Encabo Photo.

  

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