
07 May La boda de María y Richard en Jaén
María y Richard se conocieron en Londres gracias a un amigo en común. María había viajado a la ciudad inglesa para mejorar en el idioma y tras conocer a Richard decidió quedarse. Tras cinco años de noviazgo, él le pidió matrimonio durante un viaje muy romántica al sur de México.En ese momento, comenzaron los preparativos. Para ello, contaron con la wedding planner Teresa de Petite Réunion. Enseguida eligieron a Gustavo Pozo para sus fotografías así como los lugares para la ceremonia y la posterior celebración. María se quería casar en Cazorla, Jaén; el pueblo natal de su madre, dónde se casaron sus padres y por tanto con un gran significado para ella. Escogieron una tarde de verano del pasado año 2016.
Para su gran día, María llevó un vestido de la colección Pronovias Atelier con varias capas de crepé de seda, escote halter y una cola de tres metros. Su tocado de la firma sevillana Erre Morillo llevaba piedras de nacar en tonos blancos. Sus zapatos fueron variando, comenzó el día con unos peeptoes Christian Louboutin, siguiendo por unas cuñas de la firma Castañer y finalmente unas Converse. Del maquillaje se encargó la profesional Ana Albiol y de la peluquería Imagen Venus. Richard lució un chaqué del grupo Fields.
Del ramo se encargaron las chicas de Petite Reunion, al igual que del resto de la decoración. María tenía claro que su ramo debía llevar olivo, y ellas lo complementaron con rosas blancas y rosas y eucalipto. Para llegar a la ceremonia, la novia tenía pensado trasladarse en un Beetle clásico que se estropeó unos días antes de la boda. Así que la empresa Eventoneta, y el DJ Alberto Cano les facilitaron una Volkswagen vintage, con la que la novia llegó acompañada de todas sus amigas y sus hermanos. ¡ ME ENCANTA !
Para la ceremonia escogieron una antigua catedral en ruinas, la iglesia de Santa María y no puede ser más increíble y diferente. Uno de los momentos más emotivos del día fue el encuentro de la pareja, ninguno pudo contener las lágrimas.
A continuación, novios e invitados se trasladaron a la finca el Zumacar con unas preciosas vistas del pueblo de Cazorla. Los novios quisieron transportar a sus familias al mundo del street food londinense que tanto les gustaba, combinando alimentos de sus dos países de origen así como de México, un lugar que les trae muy buenos recuerdos. Así, el cóctel consistió en una serie de puestos de comida temáticos: pescado, carne, cata de aceites y hasta opciones veganas. Para los postres, también organizaron distintas mesas, donde la reina fue la tarta nupcial, hecha de quesos traídos de Inglaterra y La Mancha. ¡TOP!
Tras la cena, María se puso de nuevo en manos de Ana Albiol, que cambió su maquillaje en tonos neutros por unos buenos labios rojos. Además, solo con un nuevo complemente, un precioso collar, María consiguió cambiar su look; hasta algunos invitados pensaron que se había cambiado de vestido. También escucharon algunos discursos de los invitados, una tradición en Inglaterra, que emocionaron a los novios.María repartió réplicas pequeñas de su ramo a varias amigas. Además, prepararon un kit de supervivencia para el día de después; consistía en una bolsa sellada con, por ejemplo, aceite de Cazorla.
algonuevoalgoprestadoyalgoazul@gmail.com