La boda de Sandra y Michael en Huerto San Vicente

Somos unos novios del 20 de junio del 2020, día elegido para que fuese nuestra boda pero la pandemia hizo que no se celebrara. Después de dos años y con hasta 3 días diferentes decidimos dejarlo todo atrás y marcar una fecha mas lejana, aquella con la que poder disfrutar de nuestra familia y amigos sin restricciones. La iglesia la teníamos clarísima, en ella vimos casar a mis primos y sin dudarlo desde aquel día nos enamoró. Rafa, el sacristán de la Iglesia de San Juan de la Cruz nos lo puso todo facilísimo. Todo eran buenas caras y sonrisas tras cada cambio de fecha.

 

El novio iba impresionante con traje de Blackcape, con el reloj de su padre que para él era lo más importante ya que le dejó hace 8 años y quería que en ese día estuviese presente. Aleste atelier fue la encargada de hacer realidad el vestido de mis sueños. La capa bordada y llena de flecos fue una autentica locura. El vestido era un vestido de cuello halter con toda la espalda al aire, el tejido iba a conjunto con los zapatos de mi vida los Loeffler Randall, aquellos que son dificilísimos de conseguir y que gracias a mi amigo Jorge Meliá, pudimos traer desde Estados Unidos. Argimiro Joyeros no solo se encargó de encontrar los pendientes de mis sueños. Quisimos regalarles a nuestras madres un detalle y fueron ellos los encargados de hacerlo realidad. Tenía claro que quería que Jaime Lozano me peinase porque desde el minuto uno supe que quería hacerme ondas. Raul Castaño me maquillo fue quien hizo que brillará por donde pasara.

De las fotos se encargó Javier Berenguer que es nuestro fotógrafo loco preferido, consiguió que hasta la gente nos preguntase constantemente que si era nuestro amigo de toda la vida. Quedándose hasta las 05:30 de la mañana.

Desde un primer momento teníamos muy claro como queríamos que fuese nuestra boda, SALVAJE, llena de fiesta durante la cena.  La inspiración la teníamos muy clara, mezcla de mesas de madera, candelabros, todo verde y unas velas colgando de los pinos. La decoración vino de la mano de Atelier de la flor y como detalle más curioso destacar que a de que la novia suele ser la encargada de la decoración fue el novio Michael quien hizo junto con Atelier que mi sueño se hiciese realidad. Huerto de San Vicente fue un sueño desde el minuto uno para nosotros, no tengo palabras para Marina y Nerea, nunca pusieron problemas. Gourmet Catering fue impresionante, absolutamente todos nos dijeron que la comida era espectacular y que los trabajadores eran un amor.

Como detalles hicimos tarjetitas personalizadas para los 245 invitados y además hicimos unos coleteros personalizados con las iniciales bordadas en el coletero de cada una de las mujeres de la boda, todas alucinaron. María de Neirapaintandpaper se encargó de ilustrar las preciosas acuarelas que enmarcamos en marcos dorados y que regalamos a cada una de las parejas que se iban a casar con posterioridad a nosotros. Además, ella también se encargo de ilustrar el precioso libro de testigos que tan espectacular quedó y que se que Javier cuando tenga tiempo enseñará las fotos porque es un espectáculo. 

Audioprobe supo en todo momento como hacerlo y desde luego puedo asegurarte que superó hasta nuestras propias expectativas. La gran mayoría de la boda era gente joven, de unas 25 mesas (teniendo en cuenta que la nuestra era una mesa larga llena de testigos) solo habían 4 mesas de gente más mayor. No queríamos que la cena se alargase y teníamos bastante claro que queríamos a un dj pinchando durante la cena, donde la gente se levantaba y gritaba que no quería ni cenar del espectáculo que estábamos montando, era literalmente un AUTÉNTICO FESTIVAL. Nuestro baile lo abrimos con un espectáculo de fuegos artificiales al igual que el final de la fiesta, tanto para dar comienzo como para dar fin al día más bonito de nuestras vidas. Como resopón, sorprendimos a todos los invitados con Mc Donalds, todo pensado tanto para celiacos como para quien era intolerante al gluten, todo meditado y pensado para que nuestros invitados disfrutasen hasta el final. 

1 Comentario
  • bodegalove.es
    Escrito a 09:37h, 24 julio Responder

    bodegalove.es

    Para un festejo como una boda, el vino es esencial, aportando elegancia y celebrando con sabor. Su presencia enriquece la experiencia de los invitados y complementa perfectamente la ocasión especial.

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