La boda de Víctor y Esther en el Convento de la Luz

«Desde que nos confinaron, la organización de la boda ha sido una carrera de obstáculos, creo que el proceso era en primer lugar las expectativas que se tienen, las restricciones, el bajón, otra vez arriba porque nadie puede con nosotros, lo replanteábamos y «palante», luego de nuevo otras expectativas, más restricciones, otro bajón jajaja y así todo el rato porque cada día decían una cosa! Pero sabes? Siempre había solución porque el amor siempre gana!

Doy gracias a Dios de tener la suerte de que nos haya tocado organizar una boda así, porque nos demostró a ambos lo que de verdad le importa al otro de una manera muy fuerte, con mucha convicción, casarnos, pase lo que pase, sea como sea, porque nos queremos. De repente toda la puesta en escena de la boda queda en un segundo plano, donde tiene que estar, y se crea un vínculo enorme de apoyo entre ambos donde pusiesen las restricciones que pusiesen, íbamos a seguir «palante».

Finalmente nos casamos el 19 de septiembre de 2020 🤍 Siento muchísima paz cuando recuerdo el día, los dos con una sonrisa de oreja a oreja que no nos cabía en la cara, rodeados de nuestros íntimos y consiguiendo por fin lo que habíamos estado peleando durante tantísimos meses, casarnos. 

Creo que eso es un regalo, nuestro matrimonio comienza bajo una base muy firme, de valores muy fuertes, que igual ya estaban pero que han aflorado Gracias a esta situación.»

Esther y Víctor se casaron el pasado mes de septiembre en la Catedral de la Merced de Huelva y lo celebramos en el Convento de la Luz en Lucena del Puerto. Fue una boda muy íntima con tal solo 55 invitados. El vestido de la novia estaba compuesto de un slip dress hecho por una modista de Madrid y una blusa, obra de Claudia Llagostera. Lo combinó con zapatos Mascarós, ramo de Flores en el Columpio  y pendientes de Mumit. Patrizia Robel fue la encargada del estilismo de la novia. El tocado fue su «algo prestado» de su hermana. La bata que lució durante los preparativos era de Balakata textiles.  Víctor llevó un chaqué hecho a medida en Ottavio Nuccio, los zapatos eran de Lottuse y los gemelos de Duran Exquse.

Tras la ceremonia, novios e invitados se dirigieron a El Convento de la Luz donde el catering Dávila fue el encargado de la cena. La pareja preparó alpargatas para las novias y botellitas de Cardhú o Ginebra Terrum para ellos. La novia entregó tres réplicas de su ramo, también de Flores en el Columpio. Esther y Víctor abrieron el baile con la melodía de Hasta mi final de Il Divo. 

Couche Photo fueron los encargados de fotografiar todas la boda. 

 

 

5 comentarios
  • Inés Aliseda
    Escrito a 11:58h, 24 enero Responder

    El triunfo del Amor , normal que todo sea tan Bello !!!

  • Silvia Santibañez
    Escrito a 12:08h, 24 enero Responder

    El tocado es original del XIX de un anticuario de Oxford; capullo de flor de Naranjo en cera , restaurado por la hermana de la novia ( yo )

  • Isabel Valdes(yo)
    Escrito a 12:19h, 24 enero Responder

    Esther… tienes un mundo interior maravilloso. Dios os bendiga. Rezo x esa familia que tanto quiero. Isabel Valdés

  • Comercial Moyano
    Escrito a 20:20h, 24 enero Responder

    Victor, gracias por haber confiado en nosotros en unos momentos tan dificiles. Formais una pareja maravillosa. Os merecéis todo lo mejor. Un fuerte abrazo

  • Laura Pazos
    Escrito a 08:29h, 04 mayo Responder

    La verdad es que ha quedado espectacular, mi más sincera enhorabuena. No he visto que colabores con ninguna marca de joyería para este tipo de eventos. Por si te interesa, te recomiendo esta marca https://nodaly.com que seguro estarán encantados de trabajar contigo y tienen cositas muy monas. Un saludo 🙂

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