La boda de Mapi y Esteban en Aldea Santillana

La wedding planner Lidia de Gregorio y su equipo Violetas en el asfalto fueron las encargadas de preparar la preciosa boda de Mapi y Esteban. Y hoy, son ellas las que nos van a contar el gran día de esta preciosa pareja.

La boda de Mapi y Esteban tuvo lugar el 2 de septiembre del pasado año 2017 en el incomparable entorno de Aldea Santillana, una finca de aire señorial situada en plena naturaleza, a los pies del embalse del Atazar (Madrid). Este fue el marco incomparable elegido para celebrar su unión, que llevaban preparándose durante más de año y medio, y de la que querían hacer, por encima de todo, una gran fiesta.

Ella escogió la firma Pronovias para su vestido, Bodas de Tul para el tocado y Úrsula Mascaró para sus zapatos. En cuanto a su estilismo, confió en Klay Kafe.  Por su parte, Esteban escogió la firma García Madrid para su outfit. La pareja contó con las wedding planner Violetas en el asfalto para el diseño y montaje y con los profesionales en decoración floral Un patio con flores. 

Su boda fue un combinado perfecto de varios elementos: por un lado, la finca elegida marcaba un estilo natural, clásico y elegante muy en sintonía con las propias personalidades de los novios. Grandes espacios al aire libre, un salón –Capellanía– acondicionado para los casi trescientos invitados que reunirían, opciones de alojamiento in situ para parte de ellos y un escenario de ceremonia sobre la brisa del embalse y la instantánea de sus embarcaciones, que tanto les recordaba a Palma, la ciudad que había visto nacer su relación. Los ingredientes perfectos para llevar a cabo la fiesta inolvidable que se habían propuesto. Por otro lado, apostaban por una puesta en escena más moderna y completamente personal, a través de una serie de cuidados detalles que confirieran un toque más fresco y “bohemio” al conjunto. Rodeados siempre de buenos amigos, habían tenido oportunidad de asistir a un buen número de bodas antes de planificar su recorrido hacia al altar, por lo que estaban muy al día en cuanto a tendencias y opciones, y buscaban la originalidad y la diferenciación, de acuerdo a sus gustos y a su historia.

Sin olvidarnos de los dos aspectos que habían unido a Mapi y Esteban: las ciencias biológicas y su pasión por viajar. Así, la celebración estuvo plagada de guiños a los rincones en los que habían residido, a su carácter «trotamundos» y al mundo biosanitario, en el que se habían desarrollado como profesionales. Destacar aquí el original seating plan, un consultorio médico de aire retro y vintage donde un biombo surcado por aviones llevaba tras de sí el cielo de sus personas —y sus cervezas— favoritas.

 

El trío de cuerda Colcuore Ensemble amenizó la ceremonia civil, oficiada por Lidia de Violetas en el asfalto. Después, llegó el turno de la sesión en exteriores de la pareja, que lucía radiante y retrató magníficamente el objetivo de Elena Bau. Los novios agasajaron a sus invitados con un extenso cóctel en los jardines de la finca en el que destacaron las estaciones gastronómicas temáticas y los maridajes. Además, pensaron en todo momento en la comodidad y diversión de los asistentes, por lo que decidieron prescindir de los obsequios tradicionales en favor de elementos más prácticos (cubretacones, sombreros y abanicos, resakits, sandalias para el baile…) y que dieran más juego para la fiesta (chapas, puros…).Durante la fiesta, los invitados disfrutaron del fotomatón Photofacebooth.

 

El banquete se inició con un momento de sorpresa, risas y emoción, protagonizado por el novio y sus palabras, micrófono en mano, y culminó con varios de ellos, como la jota que le dedicó a Mapi una de sus primas, los regalos a los padres o la entrega del ramo de la novia a una de sus mejores amigas, Athenea, que había sido de inestimable ayuda a lo largo de todos los preparativos. “En tus besos”, bolero de Café Quijano que marcó los inicios de su relación, fue la canción elegida por Mapi y Esteban para abrir el baile nupcial. Tras una escenificación brillante y llena de pasión, los novios dieron con “Madre Tierra”, de Chayanne, el pistoletazo de salida a una fiesta en la que tanto los recién casados como sus familiares y amigos se entregaron en cuerpo y alma hasta bien entrada la madrugada. Mucha, mucha joie de vivre.

 

 

 

 

1 Comentario
  • Lidia de Gregorio
    Escrito a 13:22h, 23 abril Responder

    Una boda maravillosa y un post que refleja toda su magia. Mil gracias por compartir nuestro trabajo 🤗

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