Admiro al grupo El Gordo y el Flaco desde hace años; se trata de una empresa familiar valenciana que ha demostrado que, con trabajo duro y mucha ilusión, se alcanza el éxito. A vosotros puede que os suenen más sus restaurantes: Lamburguesa, Paffuto, El Gordo y el flaco, Mar de flaca, Delgadito…etc Ahora han decidido poner en marcha MASÍA DE LOS NARANJOS; un espacio de identidad valenciana; que combina a la perfección la tradición y el culto a la buena gastronomía. A pocos kms de Valencia se trata de una finca con amplios espacios exteriores para celebrar vuestros eventos más especiales. Hoy, os voy a enseñar la boda de Paula e Ignacio; y cómo ellos vivieron su día fuera perfecto en Masía los Naranjos. Escogieron el patio para iniciar su celebración con un exquisito cóctel y realizaron el banquete en el salón; me ha gustado su estilo rústico con los techos de madera y la luz que le brindan sus cristaleras. Todo está pensado al detalle; para que vuestra boda sea lo más personalizada posible. Así fue la de Paula e Ignacio. 

«El pasado 6 de septiembre se casaron Ignacio y Paula en la iglesia Santo Tomás y Felipe Neri en pleno corazón de Valencia. Tras darse el sí quiero se desplazaron hasta la Masía los Naranjos by El Gordo y El Flaco en San Isidro de Benagéber para recibir a sus invitados en este acogedor espacio. A su llegada, aprovecharon el encanto natural de la Masía para capturar sus primeras fotos como matrimonio, en un entorno que combina todo lo esencial: naturaleza y arquitectura tradicional. Detrás del objetivo, Raquel Quiles fue la encargada de inmortalizar cada mirada y gesto de cariño de los recién casados dando lugar a fotos que describen a la perfección los sentimientos que se vivieron ese día»

«Después de este momento, todo comenzó. Pasaron al patio principal donde pudieron disfrutar de la gastronomía a la vez que recorrían el espacio entre risas y abrazos de sus invitados rodeados de naturaleza ofreciéndoles un escenario perfecto para su cóctel íntimo y cuidado al detalle, tal y como siempre habían soñado. Abrieron la cena con su gran entrada donde estuvieron arropados por el cariño de todos los suyos levantando los brazos a la vez. Una vez sentados en su rústico salón, propio de esta masía y acorde a lo que le envuelve, se sumergieron en una experiencia gastronómica única, firmada por el grupo El Gordo y El Flaco.
Por último volvimos al patio donde celebramos con bailes y risas la fiesta.»