Nos casábamos el 21 de Marzo pero no pudo ser… De hecho el 12 de Marzo, viendo cómo estaba la situación decidimos retrasar nuestra boda unos meses. Cuando nos reunimos con el catering y la finca ese día la primera fecha disponible era el 21 de Noviembre.  En los 8 meses que pasaron hasta el 21 de Noviembre tuvimos muy clara una cosa, queríamos casarnos y lo celebraremos cuando podamos por todo lo alto. Así lo hicimos, el 21 de Noviembre nos casamos con 23 invitados, fue un día mágico e increíble. 

La novia escogió a la diseñadora Cristina Piña para su vestido de novia. Lo combinó con su «algo prestado»: la corona con la que se casó su abuela, una increíble joya familiar. En los pies llevó unos Mary Jane blancos de Miu Miu, regalo de una amiga. Iván de Pascal Brosseau se encargó de su peinado y Mar Vidal de su maquillaje. El ramo fue obra de Chitina, con los mismos tonos que el resto de la decoración floral. Alejandro, el novio, llevó un chaqué azul de Monkraf. 

La ceremonia y comida fue toda al aire libre en Jardines de Abril. Para la reorganización de la boda, los novios contaron con Macarena y Pilar, las wedding planner MG Bodas y algo más. Dada la incertidumbre de la situación, tomaron la decisión de contratarlas y eso les dió mucha tranquilidad y les ayudó a mantener la ilusión.  Chitina hizo una propuesta floral 100% acertada: «Tiene una visión y un estilo que son únicos. Para todas las flores de mi vida, no puedo pensar en otra persona que no sea ella.»

 Del catering se encargó Murri y de la música Diego Aguas. El primer baile de la pareja fue al son de «Volaré». El reportaje fotográfico corrió a cargo de Kiwo Estudio: » Que las fotos y el vídeo de Kiwo son espectaculares es una realidad pero que además ellos son un amor es otra. Repetiríamos con ellos una y mil veces. Cercanos y cariñosos, nos haríamos fotos y vídeo con ellos cada día.»