Álvaro y Maria José se casaron a principios del año 2019 en la imponente iglesia Santa María de Caná. Para su gran día, la novia eligió a los diseñadora de Moma Costume quienes le confeccionaron un precioso vestido de manga larga con sobrefalda brocada. «La cola de 1.80 en suelo que me decían que estaba loca, pero me encantaba!! Además, la iglesia donde nos casábamos era muy grande por lo que no desentonaría. Le añadí bolsillos y un botón rojo en cada uno de los puños. «
Lo combinó con un tocado personalizado de Tocados Mariana y zapatos Saló Madrid. Su ramo lo firmaba la Floristería Ginkgo Biloba. Sandra de Desmarkarte Beauty se encargó de su maquillaje y Marisol de Très Chouette de su pelo. Álvaro, el novio, lució chaqué de Trajes Guzmán, corbata y zapatos de El Corte Inglés y gemelos de Joyería Huescar. En la iglesia, la decoración floral corrió a cargo de Flores Birlanga. Maria José se sentía como en casa ya que es la parroquia que le ha visto crecer, el cura la conoce muy bien, por lo que fue una celebración muy personal y emotiva.
Tras la ceremonia, novios e invitados se dirigieron al Cortijo de Mónico donde la floristería Ginkgo Biloba se encargó de decorarlo todo. Allí el Grupo Mónico se encargó del catering, el cóctel y la mesa dulce. Burgos Music se encargó de la música; el baile lo abrieron la novia y el padrino al son de «Your Guardian Angel».
La pareja decidió hacerse las invitaciones con la Fundación a la par, para así contribuir a su causa benéfica. El reportaje fotográfico es obra de Ana Encabo y el vídeo de Ocho Veinticuatro.
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