La boda de Lucía y Jose en Mas Les Lloses

Jose y yo (como una canción de los planetas) nos conocimos en la universidad estudiando comunicación audiovisual. Fuimos mejores amigos unos años hasta que hicimos un viaje a Amsterdam y nos dimos cuenta de que en realidad estábamos enamorados desde el primer día. Desde entonces, volvemos a Amsterdam todos los años y se ha convertido en nuestra ciudad favorita.
Cuando terminamos la carrera nos fuimos a vivir un año a Madrid a un piso diminuto en Lavapiés y probar suerte con las agencias y demás. Ese año empezamos también a realizar videos de bodas y realmente se nos daba bastante bien así que no paraban de llamarnos de todas partes para hacer videos de bodas.

En 2014 hicimos nuestra primera boda internacional en San Francisco y desde entonces no hemos parado de viajar haciendo bodas por todo el mundo, Hawaii, Bahamas, Santorini… Hemos recorrido medio mundo y hemos conocido gente alucinante, rituales diferentes y nos hemos enriquecido muchísimo como personas.
Desde que nos conocimos hemos trabajado juntos y desde el 2013 hemos vivido juntos y aunque parezca mentira, nunca nos cansamos de estar juntos.

 

Lucía y yo fuimos compis de pupitre en el cole. Ahora se ha convertido en una videógrafa de éxito y me hace muy feliz poder compartir hoy su preciosa boda. Ella y Jose forman lo que conoceréis como Ankerprod. Ellos no hacen vídeos de bodas; crean recuerdos…

El gran día de Lucía y Jose empezó en su casa.

El vestirnos juntos en casa era algo que llevábamos pensando desde que la idea de boda surgió en nuestras mentes. Nos hemos comprado una casa hace poco, el pasado Abril y la hemos reformado entera, le hemos sacado las vigas de madera, el caravista, etc. Queríamos vestirnos juntos allí para estar tranquilos, tener todo el rato en mente lo bonito que es ese momento y no ponernos nerviosos por tonterías. Intentar concentrarnos en el amor que sentimos el uno por el otro y prepararnos para el día más bonito de nuestras vidas. Pusimos unos vinilos de los Beatles y mis damas de honor me peinaron y maquillaron. Me regalaron un kimono vintage japonés de 100 años y tomamos champagne. Fue muy divertido.

Lucía diseñó su propio vestido y la diseñadora valenciana Dolores Mollá lo hizo realidad: un dos piezas sencillo, falda de crepe y top de guipur de flores.Lo combinó con zapatos Michael Kors, pendientes Muc Muc, una corona floral XL y ramo de El Jardín and Co. Para el baile, se cambió la corona de flores por una de Verbena Madrid. El maquillaje de la novia fue obra de Gala Philippe. El traje de Jose era de Yves Saint Laurent con camisa Scalpers y lazo de Gucci. 

 

 

 

   

 

 

Lo que teníamos claro es que tenía que ser en Valencia. La terreta tiene nuestro corazón y nos sentimos muy felices de pertenecer a la tierra de las naranjas. Les Lloses es nuestro sitio favorito de Valencia, por lo salvaje y poco artificial del lugar, lo natural, los campos de naranjos, la casita, en fin,
todo el precioso y siempre nos encanta. Nos llevamos de maravilla con  odo el Staff, Marta es un amor y ha hecho que nuestra boda salga perfecta, en fin, no podía ser en otro lugar.

Nos daba mucha vergüenza todo el tema de la ceremonia así que queríamos algo corto. Tampoco queríamos un concejal o alguien que no conociéramos de nada, por eso le pedimos a nuestro mejor amigo que oficiara la boda.
La idea de que fuera Domingo nos pareció divertida. En Valencia todas las familias se reúnen los Domingos a comer paella y nos pareció bonito que fuera de día y súper informal. Solo nuestros amigos y familiares más cercanos, celebrando nuestro amor y comiendo paellas en un sitio precioso en medio del campo. Queríamos que fuera diferente, divertido e informal.

La ceremonia fue oficiada por el mejor amigo de la carrera de la pareja. Ambos lo recuerdan como algo muy emotivo y que hizo saltar las lágrimas a más de un invitado. Uno de los momentos más especiales fue cuando la mejor amiga de la novia cantó No one is gonna love you de Band of horses junto a un pianista.

Toda la decoración de la boda, de estilo boho-chic, corrió a cargo de Carmen de El Jardín and Co. Durante el cóctel, los invitados pudieron disfrutar de la música en directo de un grupo de jazz. Se dispusieron tres mesas largas y se ofreció a los invitados un buffet de arroces, obra de Cocotte Catering. La sonorización e iluminación del espacio corrió a cargo de Infinito Eventos. La pareja abrió el baile con su canción,  Wild Horses de los Rolling Stones.

Todo el reportaje fotográfico de la boda fue obra de Diez & Bordons y el vídeo de David Rodríguez.

 

 

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