La boda de Ana y Chevi en Masía Aldamar

Me hace especial ilusión compartir la boda de esta pareja y os diré por qué. Justo después de mi boda, Ana me contactó; se casaría un año después y lo celebraría en la misma espacio que yo, Masía Aldamar con la gran calidad del catering Grupo El Alto. Enseguida intercambiamos miles de comentarios, con opiniones y muchas sugerencias. Desde el principio estaba claro que esta boda sería un éxito.

Además del espacio, Ana ya había elegido a los grandes profesionales de Por Parte de la Novia, primer acierto. Poco a poco me fue relatando que contaría con la ayuda de Rosa, wedding planner de Romeos y Julietas para perfilar toda la organización de su gran día. Ya me moría por ver el resultado, increíbles fotógrados, el mejor catering valenciano y el gusto de Romeos y Julietas. 

Ana y Chevi se dieron el sí quiero el pasado 09 de septiembre. Ella escogió al diseñador Luis Rocamora que le confeccionó un vestido en crepé de seda, gasa y mangas plumeti. Decidió combinarlo con un semirrecogido adornado con un tocado en oro y plata firmado por Alial Millinery. Para sus pies, la gran firma Jimmy Choo y su modelo Ivette en color plata. Como joyas llevó su «algo prestado»: un anillo de su tía. Su bonito ramo formado por limonium rosa, flor de cera blanca, ramas de olivo, flor de arroz, espigas de trigo, limonium lila y brunia lo firmaba la floristería floristería Hydrie arte y flores. 

Chevi, por su parte, llevó un chaqué azul marino de Scalpers, con zapato Hugo Boss y corbata Loewe. Como complementos, un reloj, también Hugo Boss, regalo de su hermano, gemelos Pertegaz y tirantes Soloio.

La ceremonia religiosa se celebró en la Iglesia San Pedro de Paterna, población cercana a Valencia donde reside la novia. Allí, la decoración corrió a cargo de Romeos y Julietas junto a la floristería Hydrie Arte y Flores: se basaba en composiciones de eucaliptus cinerea, populus y lisiantum blanco; además árboles de olivo y cubos de zinc con eucaliptus, lisiantum y musgo. El novio llegó al volante de un Ford Mustang de color rojo y la novia con un Beetle rojo antiguo. En la ceremonia, un trío musical tocó Viva la vida de Coldplay para la entrada de Ana. Al finalizar la ceremonia los hermanos del novio, su sobrino Rodrigo y la tía de la novia dirigieron unas palabras preciosas a la pareja en las que no faltaron lágrimas de felicidad.

Tras el sí quiero, novios e invitados se dirigieron a Masía Aldamar. Allí, el cóctel y la comida corrieron a cargo de Grupo El Alto; además, Juan Gargallo ofreció un amplio buffet de quesos y un cortador de jamón para todos. Allí, la decoración también fue obra de Romeos y Julietas junto a la floristería Hydrie arte y flores. La verdad es que es de las cosas que más me gustan de esta boda, la preciosa decoración. Se dispusieron varios rincones: uno de bienvenida con cartelería de madera, árboles de olivo y cestos con limonium amarillo, ramas de olivo y eucaliptos y musgo. y ¿qué me decis del increíble SEATING PLAN? Rosa de Romeos y Julietas ideó un panel en el que cada nombre estaba escrito en una hoja, todos colgados con pincitas. La cartelería fue obra de Lovely Paper.
La pareja llegó a la masía con el beetle antiguo y se reunieron con sus invitados en el cóctel que se realizó en el patio interior así como en las bodegas. Un trío musical ambientó este momento con versiones de canciones de grupos de música indie. (Lorie Meyes, Los Planetas, Izal…)

Al finalizar el cóctel, la comida se realizó en el salón, la pareja entró bailando y saltando con la canción de Emborracharme de Lori Meyers. Durante la comida, fueron muchos los invitados que recibieron pequeños detalles:  a los testigos cuadros personalizados de ThisisKool, al hermano del novio entradas para el concierto de Quique Gonzalez y a la hermana del novio un cesto de flor silvestre. A sus padres, una foto de la pareja en la sesión preboda y el ramo de Ana fue a parar a su madre al son de la música de Mecano. En las mesas, las mejores amigas de la novia encontraron pulseras personalizadas por Oi vita  y para sus tçías y abuela un ramito con una dedicatoria.
 

La pareja abrió el baile en el salón con su canción SPNB de Iván Ferreiro y con la canción de Pulp Fiction. Después. una charanga sorpresa que tocó una marcha mora puesto que las familias pertenecen a una comparsa de moros y cristianos. Llegado el momento empezó la fiesta que tuvo que hacerse en la capilla, ya que amenazaba lluvia. Pese a todo, Infinito Eventos, al mando de Eddy Perez, realizó un gran montaje de luces y sonido. En la capilla se dispuso un espectacular candy bar: un donut bar, una mesa con chocolates y distintos dulces y chucherías que fueron todo un éxito.
Para el baile, Ana cambió su tocado de Alial Millinery por una preciosa corona floral de Hydrie arte y flores. Además, para completar la fiesta contaron con el fotomatón de Yes we plan, un  cigar bar y un rincón con espardeñas para que las invitadas bailaran y lo dieran todo en la fiesta. Para finalizar, los invitados recibieron kits de gintonic, botellitas de aceite de oliva y una exitosa recena compuesta de hamburguesas y patatas de Mcdonalds.

Pablo Navarro fue el videógrafo encargado de inmortalizar esta gran boda, y ha tenido el detalle de pasarme un pequeño resumen para que viváis un pedacito de lo que fue el gran día de Ana y Chevi.

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